En está gran ciudad
donde nada se detiene
y todos miramos de soslayo,
o en otra cualquiera
donde se festeja diciembre
al amparo del frío asfalto,
donde quebrarnos
al esquivo de una mirada
de este desierto gris.
Aquí en esta gran ciudad
duelen las noches
y cala el frío
por más guirnaldas
que nos quieran pintar.
Los días oscurecen
en la soledad dibujada
de un destino
en blanco y negro.
Los cabellos de plata
se ahogan en un sombrero
y el alma de vagabundo
llora
entre adoquines rotos.
Aquí en esta gran ciudad
resbalan las horas de nieve
y nos sepultan los sueños
en el silencio de las bocas.
Aquí en esta ciudad
tiemblan las miradas de hielo
no existe calendario
donde señalar diciembre
cuando cruje el hambre.
Isabel Garrido
Los que sufren el frío sin un hogar nos recuerdan que hay otros Diciembres y otras Navidades.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es José Manuel, la cara amarga de la realidad... también existe en Navidad.
Eliminarun abrazo
Precioso, duro...la vida como crujidos de dolor. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Inmaculada!!! cruje el hambre.... también en Navidad.
Eliminarun abrazo
Precioso poema! Dice la pura realidad
EliminarGracias sister!!! Si triste realidad...
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